Enfermedades de transmisión sexual

Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual se transmiten por contacto sexual, las transfusiones de sangre, el uso de jeringuillas contaminadas y la transmisión madre-hijo en el embarazo.

Las enfermedades venéreas son del tipo infectocontagioso y las más conocidas son la sífilis, la gonorrea y el herpes genital. Estas enfermedades se adquieren por contacto sexual y la promiscuidad es un factor que favorece el desarrollo de las mismas. En unas, el agente de la infección es de tipo bacteriano como en la sífilis y la gonorrea, el herpes genital es vírico.

La terapia con antibióticos como la penicilina y la tetraciclina es eficaz en las primeras etapas de la enfermedad, con lo cual se impide que estas enfermedades se vuelvan crónicas y se evitan sus secuelas más graves.

Otras enfermedades de transmisión sexual son la hepatitis B y el sida, en las que, además de por el contacto sexual, su transmisión se puede realizar a través de sangre infectada. La hepatitis B es de tipo vírico. El sida provoca inmunodeficiencia y origina un cuadro con otras posibles enfermedades que llevan al paciente en muchos casos a la muerte. Todavía no existe una cura efectiva contra el sida, la única arma efectiva contra el mismo es la prevención.

Las enfermedades de transmisión sexual bacterianas están controladas en los países desarrollados, pero no así en los países subdesarrollados, a lo que hay que sumar la mayor incidencia en estos últimos países de enfermedades de transmisión sexual víricas por la falta de medidas educativas y preventivas de los grupos sociales más desfavorecidos.

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